EL ÁNGEL DE LA MUERTE
LOA ÁNGELES NO SIEMPRE SON BUENOS
INTRODUCCIÓN
A lo largo de la historia en distintas partes del
mundo se han visto grandes asesinos seriales, cada uno tenía motivos y
convicciones diferentes, pero en lo que respecta a patologías en ciertos casos
coincidían, existen incluso estudios sobre ello los cuales tratan de dividir en
grupos a los delincuentes como es el caso de Lombroso y demás autores que
brindaron sus distintos aportes.
El caso de robledo Puch fue algo que causo bastante
revuelo en su tiempo, antes existía la creencia que los criminales debían tener
ciertas facciones las cuales en lo que respecta a la estética podrían definirse
como feas, pero el presente caso desestimo la veracidad de ello, cabe destacar
que en aquellos años los avances criminológicos aún no habían dado grandes
pasos y por tanto se hicieron pocos estudios sobre él.
El presente trabajo plantea analizar las distintas
etapas en la vida de Robledo puch observando cuales son los factores que
llevaron a que él se vuelva uno de los asesinos seriales mas sonados del siglo
20, a su vez se busca recopilar información en el ámbito psicopático y
criminológico concluyendo cuales afectaciones el sufría.
MARCO TEÓRICO
1. ANTECEDENTES
La atención por parte de los criminólogos y público
en general siempre ha sido captada por parte de los mayores homicidas de la
historia, existiendo la dualidad entre admiración y rechazo. Esto se da porque
uno piensa que las personas que cometen tales actos solo existen en la ciencia
ficción resultando incomprensible para uno, o quizá por tratarse sus hechos de
algo que se encuentra más allá del entendimiento de una persona común. Claro
está que el homicida serial no es una persona común, sus motivaciones internas
y su mentalidad funcionan de modo distinto al de cualquier persona.
El serial es una de las especies de homicidas
múltiples, que se diferencia de los demás por su patología, su metodología, sus
periodos de intervalos entre hechos y creo el aspecto que más llama la
atención, es su motivación.
En principio, sus motivaciones escapan a lo que un
ser humano corriente puede comprender, ya sean misionarios que buscan luchar
contra un determinado grupo de gente o actividad; aquellos que solo buscan el placer;
o aquellos que buscan el homicidio perfecto de acuerdo a sus fantasías, entre
otros.
Lo cierto, es que sus motivaciones, sean cuales
sean, resultan claras y perfectamente comprensibles para sí mismos, pero
escapan a la inteligencia de cualquier otra persona.
El público argentino no es la excepción, incluso
todo homicidio de naturaleza extraña o poco clara, suele despertar el interés
del público en general; por supuesto que pocos son los que los analizan en
forma científica.
En los años 70 en Argentina, los encabezados se
llenaron con las muertes de serenos en distintos locales del norte del
conurbano bonaerense. Estos hechos llamaban la atención y atemorizaban al
ciudadano común; al que se presentaban distintas hipótesis, entre ellas golpes
cometidos por grupos subversivos o incluso montoneros. Nadie pudo haber
imaginado que finalmente un joven de una clase económica cómoda y rostro
angelical podía ser el autor de tan monstruosos hechos.
Ese niño fue Carlos Eduardo Robledo Puch, a quien luego
de ser identificado como el autor de tantos homicidios los pasquines de la
época empezaron a llamar “el ángel negro”,
“al ángel de la muerte”, la tuerca maldita”, “la
hiena”, entre otros sobrenombres. En aquellos años era común encontrar en un
periódico artículos sobre los delitos que cometía, algunos de ellos con
descripciones muy precisas y acertadas por ejemplo la crónica efectuada por
Osvaldo Soriano (“El caso Robledo Puch”); pero no se efectuó un estudio de los
mismos. Nunca se hizo un intento por comprender su modo de actuar, o su
motivación. Mastronardi De Luca (2005), en su obra Serial Killers lo incluye,
pero solo para hacer referencia a sus modos operandi cuando encontraba personas
durmiendo, mas no profundiza en él.
Aún no se ha encontrado una explicación común a
estos hechos, desconociéndose por que este joven ROBLEDO decidió matar, que lo
llevó a realizarlo, y por qué actuaba sin ningún grado de conciencia o culpa.
No se encuentra trazado su perfil criminológico, ni
se ha intentado explicar cuál era su motivación. Consecuentemente, se desconoce
si padece alguna patología psiquiátrica puntual pese al trastorno de
personalidad el cual fue diagnosticado por el perito oficial, Doctor Osvaldo
Raffo.
2. ANÁLISIS DE LA CONSTRUCCIÓN DE SU PERSONALIDAD
2.1.El papel de la escuela en la conformación social del niño
En el caso del niño y adolescente Robledo, indicamos
que su ingreso escolar, refleja alguna carencia propia del entorno familiar,
que la escuela no alcanza en modificar, así vemos que “La escuela, lejos de
reducir las desigualdades sociales, contribuye a reproducirlas.
La cultura escolar es la cultura de la clase
dominante, transformada en cultura legítima, objetivable e indiscutible. Por
eso, cuanto menor sea la distancia entre la cultura escolar y la cultura del
medio de pertenencia (ligada a la socialización) mayor será el éxito de la
institución. Además, el capital heredado es la familia interacciona para
potenciar las herramientas intelectuales exigidas en la escuela. Los criterios
de evaluación no están basados en la excelencia escolar, sino en la social,
según lo revela el hábito de los alumnos El buen desempeño escolar es más
probable cuando el hábito de docentes y alumnos es idéntico.
Para asegurar la reproducción social, la escuela
debe contar con un sistema de representaciones fundado en la negación de ese
rol: la ideología del don, basado en la creencia de que las desigualdades de
rendimiento escolar reflejan desigualdades de aptitudes, consideradas como
innatas. Cualquier individuo puede tener acceso a las posiciones sociales
elevadas si sus talentos, trabajo y aficiones se lo permiten. En la escuela se
afirma la igualdad de derechos, deberes y oportunidades escolares, negando toda
la diferencia de origen social. Esta neutralidad conduce, en realidad, a la
exclusión de las clases dominadas y refuerza la legitimidad de las dominantes.
2.2. Conflictiva Etapa Adolescente.
A los trece años de edad, se mudó junto a sus padres
a una casa de tres ambientes situada en Olivos, Provincia de Buenos Aires. Su
padre no participó de su educación, no asistía a las reuniones escolares, ni lo
iba a ver en las competencias de natación o actos; lo que en principio
disgustaba a Carlos. Sin perjuicio de ello, Víctor Elías quería que su hijo
fuera ingeniero, y al cumplir catorce años lo inscribió en el Colegio
Industrial de San Fernando, en donde aprendió el uso de distintas herramientas
industriales. Sin embargo, solía faltar al colegio, por lo que desaprobó seis
materias, debiendo repetir el año.
En esta etapa comienzan a observarse claramente
actitudes y actos propios de la falta de socialización adecuada para la
convivencia humana.
A los quince años de edad, fue inscripto en la
escuela Don Orione, en donde tampoco logró integrarse con sus compañeros,
además de tener una mala conducta y calificaciones. Finalmente fue expulsado,
por la sustracción de mil quinientos pesos de la secretaria del Colegio, además
de distintos útiles y golosinas a sus compañeros.
Luego de ello, dejó el colegió con la condición de
que aprendería un oficio; además de prometerle a su padre que trabajaría. Fue
inscripto en un curso para reparación de aparatos de radio y televisión.
Además, se entretenía durante las noches, cometiendo distintos actos de
vandalismo menores.
El en aquel tiempo usaba ropa de marcas conocidas,
ello provocaba que fuese objeto de las bromas y rechazo de los demás jóvenes
del barrio, quienes envidiaban dichos objetos, y se burlaban de sus
características personales descriptas, diciéndole “afeminado e incluso llegando
a molestarlo físicamente al hacerle heridas al intentar estropear su ropa.
Robledo de adolescente fue víctima de lo que hoy
conocemos como bullying, palabra de origen inglés que refiere a la intimidación,
sufrida por un compañero de estudios o de juegos, siendo objeto de burlas,
agresiones, repetidamente, generalmente son competencias de poder desarrolladas
por grupos, donde uno se impone a los demás como líder, mortificando al resto
por medio de amenazas, vejaciones, y de este modo se ejerce el dominio sobre
los otros, provocando angustia, miedo, las consecuencias que se originan en el
sujeto agredido, pueden ser permanentes en su personalidad, provocando un
stress postraumático, que podría conducir al suicidio, en algunos casos y en
otros como en el caso Robledo, tal vez a demostrar que también era capaz de
ejercer el poder.
Dentro de las consecuencias que podemos mencionar,
en el aspecto psicológico principalmente son serios trastornos como depresiones
severas, ansiedad u otros serios desequilibrios que afectarán en el futuro la
salud síquica del niño-adolescente.
Dentro del perfil de las víctimas de bullying
podemos decir que en general son chicos débiles, inseguros, con baja autoestima
y fundamentalmente incapaces de salir por sí mismos de la situación que
padecen. Tienen bajas habilidades sociales y suelen ser rechazados dentro del
grupo. No disponen de herramientas psicológicas y/o sociales para hacer frente
a la situación. Suelen ser chicos apegados a su familia, dependientes y
sobreprotegidos por sus padres. Los niños que son intimidados experimentan un
sufrimiento real que puede interferir con su desarrollo psicológico, social y
emocional, al igual que con su rendimiento escolar. Algunas víctimas de
intimidación hasta han intentado suicidarse antes de tener que continuar
tolerando tal persecución y castigo. El Bullying es un problema serio: consigue
hacer que los niños se sientan solos, infelices y atemorizados, que sientan que
hay algo malo en ellos; algunos chicos no quieran ir a la escuela o salir a
jugar. Si las intimidaciones son extremas y duraderas, pueden llevar a casos de
violencia por venganza. Según el Servicio Secreto de Estados Unidos, el 71 % de
los asesinatos cometidos en los institutos de bachillerato entre 1974 y 2000
fueron protagonizados por jóvenes que habían sufrido bullying en los seis meses
previos. Aquí, vemos como el factor venganza, asociado a una forma de ejercicio
del poder, puede ofrecernos algunos datos del comportamiento del
niñoadolescente Robledo.
2.3. Su Juventud - Aspectos psicológicos
Robledo Puch fue una persona que no se abría a los
demás, no tenía amigos, todo ello podemos verlo reflejado en su infancia la
cual no tuvo suficiente y/o al menos más adecuado refuerzo y atención positivas
de su etapa infantil.
En tal sentido la mayoría de los expertos creen que
las experiencias de un niño en su entorno familiar son cruciales, especialmente
la forma en que sean satisfechas sus necesidades básicas o el modelo de
educación que se siga, aspectos que pueden dejar una huella duradera en la
personalidad.
En la actualidad, vemos como el avance sobre el
estrés postraumático, a nivel cerebral, que afectan diversos neurotransmisores,
la composición síquica del individuo formada en la más tierna infancia, así
como la interacción que se produce en la escuela, conforman un coctel apropiado
para el desarrollo de personalidades extremas, que dan lugar a conductas
criminales. En el caso de Robledo Puch, en su infancia vemos que su desarrollo
se vio afectado por un modelo parental que prima facie podemos afirmar no
brindo el afecto necesario al niño, puesto que, de los relatos extraídos se va
conformando desde las diversas percepciones, como se buscaba la perfección de
una educación basada en la exigencia, pero el padre estaba más como observador
distante y la madre operaba como una suerte de contención sobre protectora o
cuidadosa, sin evidenciar en ello afecto, sino cierta desaprensión negadora ya
de conductas que daban cuenta y eran indicadores de ciertas correcciones en el
rumbo de esta vida incipiente, víctima de la agresión en diversas formas, que
luego en la adolescencia se traslada a un entorno hostil, que lo victimizará de
otro modo. A partir de estudios como los de César Lombroso (1876), conocido por
el concepto del Criminal atávico, se llegó a considerar que en el
comportamiento criminal con características violentas influyen directamente las
bases biológicas de la personalidad, entre las que relaciona: los factores
genéticos, el análisis de genealogías ascendentes y descendentes, los estudios
de la familia.
El bullying cuando no se interviene oportuna y
adecuadamente puede generar en el agresor el reforzamiento de conductas disruptivas
o psicopáticas y trastorno de personalidad antisocial caracterizado por falta
de empatía, limitación en el control de los impulsos, y distorsión en las
emociones morales, con consecuencias graves tanto para el individuo como la
sociedad. La mayoría de las víctimas suelen acarrear durante toda su vida
secuelas psicológicas negativas o trastornos de personalidad que inciden más
que nada en la forma de relacionarse con los demás. Algunos casos de bullying
pueden terminar en suicidio u homicidio.
En esta investigación podemos visualizar gran parte
de las conductas de Robledo, por lo cual ya tenemos su infancia caracterizada
por una débil emisión de afecto por la pareja parental que lo trae al mundo,
sumado a las situaciones vividas en su más temprana adolescencia.
En función de ello, todo aquel que ha sido víctima,
puede transformarse en victimario al alcanzar la oportunidad y el modo de
llevarlo adelante en un ejercicio de poder sobre otros.
2.4. Algunos Indicadores de Conformación de
Personalidad Psicopatológica Compleja
De los indicadores previamente analizados, se puede
inducir que Robledo es un ser con una patología siquiátrica compleja, que al
menos en los primeros quince años de su vida no ha podido canalizar dentro de
los parámetros de una convivencia social, que le permitiera desarrollar una
vida adulta plena, con lo cual, si volvemos al análisis respecto de la
satisfacción de las necesidades básicas que el hombre necesita para su supervivencia,
estas posiblemente no sean alcanzadas por Robledo, aunque tenga una vida
cronológica prolongada, ello nos llevaría a plantear un problema, si una
persona que no alcanza a satisfacer serás necesidades ya planteadas y que en su
infancia – adolescencia, lo resolvió mediante la venganza, para demostrar poder
sobre otros, como podría en su vida adulta actuar en modo diferente, cuando
todo su desarrollo en la faz adulta lo vivió dentro de un sistema carcelario
marcado por la misma característica de su infancia más temprana “lo
estricto”.
Podemos decir que, en ciertos aspectos, todas estas
experiencias vividas en periodos muy tempranos del desarrollo emocional de
Robledo, han marcado su siquis, provocando un daño permanente, que muy
posiblemente muchos de los factores no eran conocidos aún en aquella época por
educadores y en general no se habían difundido lo que en la actualidad se
conoce sobre sicología, bullying, neurociencias etc.
2.5. Su perfil psicopatológico con una
inteligencia superior a la media
Conforme testimonios de la época, Robledo Puch era
sumamente inteligente, y tenía mucha facilidad para el estudio; pero el colegio
no era de su interés, y disfrutaba de molestar a sus maestros, según Palacios
(2010), Robledo y Ibáñez, no estudiaban ni trabajaban, pasaban muchas horas
caminando por las calles.
Ambos, ya cansados de su situación económica deciden
robar la Joyería “El Suizo”. Dos semanas después, Ibáñez propuso robar dos
motos para viajar a Mar de Plata, por lo que sustraen dos vehículos del taller
de Chizzini, en donde Robledo había robado antes.
Ese día, utilizan las motos para cruzar la Capital
Federal, pero la moto de Robledo se detiene por una falla mecánica, e Ibáñez
frena para asistirlo. Es así, que cuatro efectivos policiales que pasaban en un
móvil, les solicitan los papeles de las motos. Ellos contestas que las habían
comprado recientemente y no tenían los papeles en ese momento. La policía los
traslado a la Seccional, y los ficho, ellos presentaron libretas de
enrolamiento falsas. La policía libera a Robledo, indicándole que regrese con
los papeles de las motos. Robledo se dirige rápidamente al Hotel de Once, a
buscar el botín del robo de la joyería y huye a Mar del Plata, en donde vende
las joyas utilizando documentación falsa, él abandono a Ibáñez y por ello paso
18 días en la cárcel.
2.6. Según el estudio dado por Raffo:
El Doctor Osvaldo Hugo Raffo fue Profesor de
Medicina Legal y Psicopatología Forense de la Escuela Superior de la Policía de
la Provincia de Buenos Aires, y fue el perito oficial designado para
entrevistar y analizar a Carlos Eduardo Robledo Puch. El Doctor Raffo mantuvo
varias entrevistas con el nombrado Robledo Puch, previo al Juicio Oral en el
año 1980, es decir prácticamente siete años después del último hecho.
De esta serie de entrevistas las conclusiones del
nombrado perito fueron que Robledo Puch no se trata de una persona normal, ni
un alienado, sino que se trata de un sujeto entre la sanidad mental y la
psicosis; exhibiendo estigmas característicos del temperamento paranoide,
perverso y esquizotimico.
De los estudios realizados, surge que el aspecto
paranoide de su personalidad se refleja en su carácter desconfiado,
egocentrista, orgulloso e inadaptado; aparentemente satisfecho con ser el
centro de atracción. Sin embargo, demostró ser desconfiado al negarse a hablar
de todo aquello que considere que pudiera perjudicarlo; incluso durante las
entrevistas se negó a hablar de los homicidios.
No obstante de ello, tampoco negó que los homicidios
hubieran existido, que no resulten ciertos o que los rechace, se limitó a
esquivar hablar de ellos nada más.
Raffo en su informe pericial explicó que las
características predominantes en la personalidad de Robledo son los estigmas
psicológicos pertenecientes al carácter de los
“psicópatas desalmados” o “locos morales”. En ningún
caso ha mostrado arrepentimiento, limitándose a consideraciones morales
teóricas, desprovistas de toda resonancia espiritual.
El profesional actuante explicó que Robledo descargó
su agresividad contra los demás con ira y cólera, mas no lo hizo en forma
ciega, ya que nunca arriesgo su vida o su seguridad. Es decir, actuó fríamente
y con control sobre la situación en que se estaba desplegando. El conoce que
sus tendencias y acciones son contrarias a lo definido como “bueno”, pero no
intentó luchar contra sus impulsos o frenarlos, sino que los satisfizo.
El Doctor Raffo escribió “El conoce y comprende sus
defectos antisociales y antijurídicos; pero no se comete a la norma vigente
porque no quiere y es capaz de inhibir sus tendencias delictivas cuando hay
peligro hacia su persona”. De ello se advierte que, Robledo era perfectamente
capaz de discernir y comprender sobre sus hechos, e incluso era capaz de
detenerse a su voluntad; simplemente no tenía voluntad de hacerlo. En este
punto, podría destacarse las peleas que tuvo en su juventud, en las cuales por
cobardía decidió no participar y apoyar a quienes interpretaba era su grupo de
pertenencia. Es decir, no actuaba por resguardo de su integridad física, y no
por que resultara correcto o no participar de una pelea callejera. Ello,
resulta ser una de las características del perfil psicópata.
Durante las entrevistas en forma resumida se observó
que durante la niñez mostraba una insociabilidad precoz, educación difícil
debido a la falta de disciplina, no de inteligencia, conflictos con sus padres,
maestros y compañeros, malicia en las relaciones de grupo y primeros delitos.
Inteligencia despierta y falta de respuesta al cariño o al castigo, en ausencia
de características nocivas de su grupo familiar o ambiente. Ello permitió
concluir que su psicopatología no fue originada por su medio, sino que es de
origen congénito y se desarrolló desde el mismo momento en que tomo papel
activo en el mundo.
Ello explica su buen comportamiento y conducta
excelente en la cárcel, que no influirá en forma positiva ni negativa en su
personalidad. Él se mimetiza, no se adapta, es capaz de disimular sus
sentimientos negativos para simplemente pasar desapercibido.
CONCLUSIONES
-
Robledo Puch es un psicópata, que no vivió en
sociedad, sino inserto en ella y tratando de disimular su anormalidad. Se trata
de un sujeto que no registra culpa por sus acciones, no padece sufrimiento por
estas, pero causa mucho sufrimiento a los demás. Tiene la capacidad de no
formar sentimientos a raíz de ese sufrimiento porque cosifica a sus víctimas,
no son para él más que objetos.
-
La principal fuerza determinante de sus delitos,
está constituida por los factores endógenos propios de su personalidad.
Delinque y descarga su agresividad selectivamente, no inconscientemente; es
capaz de reprimir su tendencia a ejecutarlos cuando el riesgo es grande.
-
Puch no actuaba por la necesidad económica de
robar, sino que su fin último era matar, descargando toda su agresividad en ese
momento, y en ese punto se encuentra su placer
-
fenómenos como el Bullying pueden ser
considerados como factores de riesgo, para la salud mental, propiciando la aparición
de problemas, patologías, o trastornos. el diagnóstico oportuno de una
patología psiquiatrita o la prevención de su aparición y en general el
mejoramiento de la salud integral de una población.
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